viernes, 22 de abril de 2016

Expedición a Rennes-Le-Chateáu - 13 -



….Creo que si…Evílmera, cuídese. Preste mucha atención en la dirección que recorre las líneas de su investigación.

-Estoy alerta y continuaré estando alerta. Mucho me dicen las fechas de las muertes o mejor dicho asesinatos de por ejemplo la viuda Marqueza de Henry Chambord, año 1886. Sacerdote Antoine Gelis el cura de Coustaussa. Era muy conocido, no me atrevo a decir amigo, porque ignoro que tan fuerte fue su relación con el Sacerdote Sauniére. Y Muere asesinado ¿Año 1891 cuando Sauniere escribe "carta de Granés"? ¿Cuándo halla una tumba? El Sacerdote Rescaniere es asesinado en el año 1915, en Rennes-Les-Bains por estar investigando asesinato del Cura Gelis. Alfred Sauniére, hermano del Cura Sauniére, el  que tanto revuelo armó con sus más que complicadas y escurridizas acciones. Murio en el año 1905 ¿Alcoholizado y excomulgado? Excomulgado puede ser sí, por supuesto, si su forma de proceder fue contraria a la religión que supuestamente estaba representando. Yo digo que molestó mucho a quienes él, como todos los demás que tenían que responder a las directivas de una sociedad, que creó todos los pasos necesarios para ganar la gran batalla que crearon, y utilizaron lo que siempre se utiliza en personas que molestan, sea porque tienen conocimientos peligrosos y ellos mismos luego actúan con palabras, amenazas o acciones peligrosas, buscando sus propias muertes de esta manera tan conocida y aplicada: el asesinato desfigurado en accidentes, peleas o alcoholismo. Su hermano, el principal personaje del tema sobre Rennes-Le-Chateáu, Bérenger Sauniére, muere asesinado en el año 1917. En el año 1953 muere asesinada Marie Denarnaud, la fiel secretaria del Sacerdote Bérenger. ¿Por conocer la real verdad de lo que halló el Sacerdote Bérenger Sauniére y hablar poco pero “mucho”?

-Usted siempre me citó las fuentes de sus investigaciones. Todo esto que me está diciendo ¿También tiene fuentes?

-Poseo las fuentes y las cito en el libro que estoy escribiendo a medida que doy los pasos por todos estos temas. Además, también mi corazón, mente razona y a medida que se avanza en las investigaciones, se llega a un resultado. Puedo decirle que el Sacerdote Bérenger Sauniére al igual que su hermano, el Cura Antoine Bigou que ejerció en Rennes-Le-Chateáu en el año 1791, el Cura Boudet, el Obispo de Carcasona Féliz-Arséne Billard. Emile Hoffet, su tío y Marie Denarnaud, y tantos más, fueron utilizados por esta sociedad secreta para realizar lo planeado: Hacer creer al mundo que Yeshúa de Nazaret no había muerto en la cruz. Que se había casado con Maria Magdalena y tuvieron hijos. Que están escondidos en un lugar secreto los huesos de Yeshúa de Nazaret. Por lo tanto no existe la resurrección. Que la Santa Sede conoce este “secreto” y lo quiere ocultar. 

Sauniére fue elegido para éste tema desde muy joven. Por eso sus pasos como Vicario en Alet, luego es enviado como Párroco en Clat, luego es trasladado al Seminario de Narvona como Profesor ¿De qué? Y de allí a Rennes-Le-Chateáu. Y comienza a desarrollar su personaje en la historia ficticia. Hasta que se vuelve peligroso. Y cuando alguien se torna peligroso, muere de lo que usted quiera llamarle. Pero en realidad, se llama asesinato. Y todo ¿Por qué? Porque lo que en realidad encontró Bérenger Sauniére fueron documentos. Escritos donde figuran desde hace muchos años, los nombres de las personas que pertenecen a esta sociedad secreta,  hasta llegar al nombre del que colocarán en el trono de la Santa Sede: el  año y nombre que corresponde al anticristo.

-Evílmera, le repito tenga mucho cuidado. No estoy ajeno a los planes de ciertos hombres de poder. Por eso no me fatiga decirle tenga cuidado.

-¿Y si le digo que poseo información del lugar donde se hallan esos escritos? ¿Y si le digo que sé cómo es la piedra que esconde esos papeles tan peligrosos para esta sociedad si son mostrados al mundo?  No es la Santa Sede de la Ciudad del Vaticano la que teme que se descubra la verdad. Quienes utilizaron Al Sacerdote Sauniére haciendo que arreglase, construyese la Iglesia según las directivas que le fueron indicando y armase toda esa historia de misterio, son los que en realidad tienen que temer que estos escritos, papeles sean mostrados al  mundo.

-Evílmera, observo que tengo llamada en mi celular. Permítame atender y llámeme dentro de 15 minutos. Quiero decirle algo muy importante con respecto al tema que estamos dialogando. Llámeme después y hablaremos.


Esa misma noche, luego de realizar los quince minutos de ejercicios de Yudo, La Mujer se cambia de ropa y con pantalón gris claro jogins, remera mangas cortas y campera liviana de tela, sale de su casa, cierra con llave la puerta principal y el portón de entrada y comienza a correr suave por las calles que la llevan a un parque que se halla cerca de su hogar. Son las 23 hs de una noche cálida y agradable.
Pasados 30 minutos La Mujer regresa a su casa. Ya en ella se ducha con agua bien fría y se viste cómoda. Es decir, un sencillo vestido y zapatillas sin cordones, sin tiras. Enciende su ordenador y busca su música preferida. Luego abre un cajón de la mesada y  extrae un mantél, de otro cajón extrae un tenedor y cuchillo y de la alacena retira un vaso de vidrio. Los coloca sobre la mesa de la cocina. Después mientras retira de la heladera un plato con pezcado frito y una jarra de leche casera, se escucha la extraordinaria voz de la Soprano Emma Chaplin. El tema favorito de La Mujer es “Fávola Breve” y con mucho placer deja que el embrujo de esa voz privilegiada inunde todo su ser mientras de la pequeña canasta de mimbre que tiene sobre la mesada, busca un tomate de su quinta y lo lava. Luego lo corta en rodaja, baña con poquito aceite de oliva, poquito de sal y rocía con orégano de su quinta. Se sienta y con apetito come los cuatro firlet de merluza acompañado con las rodajas de tomate y bebe la muy rica y refrescante leche casera.

Es la una y media de la madrugada y La Mujer está escribiendo en su ordenador. Continúa la narración en su libro “Expedición a Rennes-Le-Chateau”.  

Continuará