sábado, 13 de septiembre de 2014

Mi voz serà callada, pero mis manos hablaràn

(viene de entrada anterior) La Mujer está en una oficina pequeña. Ordenada. Observó  una pared  cubierta por una biblioteca. Un escritorio de madera robusta y sillones también de madera robusta. El sacerdote le indicó con la mano que se sentara en uno de ellos, mientras que él se dirigió hacia su sillón. Una foto del Papa actual está colgada en la pared, detrás del sacerdote.
- ¿ Podré conversar unos minutos con el Santo Padre?
- Si supiera el "Minùe que tuve que bailar" para poder conseguirle escasos minutos con el Papa.
- Gracias- dijo La Mujer sonriendo- Gracias.
- Utilizè el fax que me envió el Padre Raùl. Dijo que era una copia de la carta que usted tiene para entregarle al Santo Padre. Luego le daré el billete que presentará a la Guardia y le indicaré la entrada que deberá utilizar. Mañana a las 10,30hs tendrá la oportunidad de hablar con el Papa.
- Gracias. Se que el peligro, con letras mayúsculas, amenaza la vida del Papa Francisco I. Pienso que un alerta rojo se instaló dentro del Vaticano y Ciudad del Vaticano.
- La verdad, es que se respira un clima denso. Las sospechas abundan y el enorme problema es, que el Santo Padre, continúa con su manera de mostrarse y llegarse a la gente, como lo hizo desde que fue elegido Papa. ¡Tiene locos a todo el personal de seguridad!
- ¿La Iglesia necesita un mártir? porque la amenaza de muerte contra el Papa, responde a alguien. ¿A quién? ¡ Quién se beneficia? o ¿Quienes ganarían?
- Desde el inicio la Iglesia tuvo mártir. Y quizás haya sacerdotes, cardenales, arzobispos, dentro del Vaticano que quiera un gran cambio.
- Quieren acelerar el tiempo ¿Verdad'. Es como que ya el Papa Francisco I, cumplió con lo que ellos, me refiero a ellos,los que quisieron y provocaron su elección, habían tramado, planificado. Entonces, ahora lo necesitan como mártir. Y el trono papal desaparecerá. Comenzará el tiempo de las religiones. La voz del Papa, el representante de Jesucristo, el hijo de Dios, será ignorada. Callada.
- Sí, creo que puede suceder pronto. Las sospechas del "quién es quién", está destruyendo el aire que se respiraba antes. Me refiero al aire que se respiraba y aún se respira un poco en una parte del Vaticano.
- Creo que la Iglesia que fundó Jesús, la que dejó a sus apóstoles para que fueran por el mundo y predicaran la verdad, que EL mismo es esa verdad, necesita otros Kuklinski. El Coronel Ryszard Kuklinski. Un gran patriota fiel a su Polonia. El también, por su gran amor a su patria, sufrió las muertes de sus dos hijos. El primero desapareció, en una expedición de buceo, frente a  la costa de Florida. Y el otro hijo murió bajo los tiros de un asesino que conducía un coche. Por supuesto huyó velozmente. Claro, en Polonia, en aquellos años, 1984, un Tribunal Militar condenó a muerte en ausencia a al Coronel Kuklinski. Y también se apropiaron de su propiedad. Lo habían declarado traidor a la patria. Por suerte, en 1997, otro Tribunal Polaco, revisó su caso y la sentencia fue una gran alegría para Kuklinski. El Coronel Polaco recuperó los derechos de ciudadanía y también el rango militar que poseía. Reconocieron que había sido fiel a su patria. El quería detener la guerra y atrocidades que sabía que se iban a realizar. Luego fue recibido, en ese país que el tanto amó y por quien tanto se sacrificó, como un héroe. Cuando leì sobre su vida, me impactó su lealtad.
- Pero la Iglesia también tuvo sacerdotes como el que usted cita como ejemplo.
- Sí. Lo se. Pero yo me refiero al presente. Al "AHORA". Se  también, que usted está dentro del grupo que son fieles al Papa Francisco I y a Jesucristo. Pero no se enfrentan al otro grupo que cada vez se hace más y más  fuerte. Sin embargo la "luz! tiene que vencer a la "oscuridad".
- Decirlo es fácil amiga mía. Realizarlo es ¡Tan difícil!
- Un mundo dentro de otro mundo.
- Cuya realidad no es la que se muestra. Y aquí estoy, sentado frente a una mujer que quiere...- el sacerdote buscó las palabras mientras suspiraba fuerte- ...... metafóricamente hablando, "introducirse en el desierto".
La Mujer sonríe suave y luego habla.
- Un inglés, quiso cruzar el desierto de Takla Makan, que está en Asia Central. En el extremo oeste de China, que lo llaman "desierto de la muerte". Por cierto, en el año 1993, China tenla, no se si lo tiene aun, una zona de ensayos nucleares en el desierto de LOP, que está en el extremo oriental de Takla Makan. Para la mayoría de las personas que conocían la historia de dicho desierto, era imposible salir vivo de dicho lugar. Libros y leyendas, hablaban de ello. Pero el inglés, creyó en él. Y dio los pasos que necesitó dar para llegar al final de su meta. Por supuesto que sufrió frío, hambre, sed, cansancio y situaciones desagradables. Ese desierto es el más peligroso del mundo. Asì lo dijo el explorador sueco Sven Hedin, que lo atravesó pero de norte a sur. El inglés lo hizo en sus 1300 kilómetros de longitud. Lo logró
Contra todos los peligros, el inglés Charles Blackmore, logró introducirse y cruzar el desierto de Takla Makan  en una expedición que realizó, si mal no recuerdo, en el año 1993. La experiencia que vivió y trasmitió a  través de un libro, escrito por él mismo, dan una rica enseñanza.
El sacerdote miraba fijo a la mujer y ella por unos segundos calló. Luego dijo:
- Con diferentes metas, búsquedas, yo también creo en mi. Me introduciré en el "desierto". Soy consciente de el riesgo que estoy expuesta. Del peligro que cada vez me rodeará  más y más. Pero llegaré.
El sacerdote continúo callado unos instantes más mientras la miraba. Luego con afecto en la voz le dijo:
- Cuídese amiga mía.
- Asì lo haré. Gracias. Y recuerde estas palabras. El Papa ya vivió un tiempo de peligro. Cuando vivía en Buenos Aires, Argentina, y quienes gobernaban en el país, eran Militares, el sacerdote jesuita Jorge Bergoglio, abrazó el peligro y ¡Vaya que lo enfrentó!. Por supuesto que dicho tema es muy profundo y existen muchas dudas. Pero lo que quiero decirle es que el Papa Francisco I, sabe cómo actuar en situaciones límites.
- Bien. Hablemos ahora, de nuestro tema, de este encuentro. El Padre Raùl, me dio su nombre y señas para identificarla. Me dijo que ya posee usted, la parte más importante del arma que piensa utilizar. El mismo en persona se la entregó. Yo deberé darle otra parte y en Jerusalèm, le será entregada el resto.
- Asì es. - respondió La Mujer.
- ¿Por qué lo hace? ¿Por qué arriesga su vida asì tan audazmente? no es ajena que será vista como una terrorista.
La Mujer bajó los ojos y quedó mirando el piso. Lágrimas comenzaron a correr sobre sus mejillas.
-....Porque sufro mucho ver el terrible sufrimiento, dolor, impotencia de los inocentes...de los niños, criaturas, animales...- levantó el rostro y lo mira con los ojos llorosos - ...por las almas. Por la salvación de las almas. Y no soy terrorista. Mi lucha no es como la de ellos.
- Para ciertos países  sí  será clasificada como peligrosa. Permìtame preguntarle Evìlmera. ¿ Dónde está el arma?
La mujer lo miró fijo a los ojos. Luego habló  muy serena.
- Al igual que usted, padre Scorza, el sacerdote Raùl, me dio nombre y señas sobre usted, para poder identificarlo. Y la Iglesia donde oficia misa. Por eso le respondo. La tengo conmigo. Dentro del bolso que aferran mis manos. El arma más poderosa que se haya creado
- ¡Oh Dios mío! - dijo el sacerdote mientras miró unos segundos el bolso que la mujer tenla entre sus blancas manos y contra su cuerpo.




La Mujer regresó al Apartaments. Pidió en recepción la llave y dijo que la llamaran a las 6 de la mañana. Se dirigió al apartaments que ella ocupaba. Al entrar vio que todo estaba ordenado. Cerró la puerta con llave y caminó hasta la mesita que estaba al lado de la cama y prendió la lámpara. Dejó el bolso sobre la mesita y fue hacia la ventana que daba a la calle. Cerró la persiana. Luego fue al baño, se lavo manos y cara. Luego, regresó al cuarto, quitó ropa y calzado. Buscó debajo de la almohada y retiró el camizòn. Apagó la lámpara. Abrió las sábanas con su manta y se introdujo en la cama. Se cubrió y quedó unos instantes mirando el bolso. Dentro ya tenla la segunda parte del arma y el billete prometido. Luego se dispuso a dormir. A la mañana del día siguiente tendría el encuentro con el Papa Francisco I .