viernes, 25 de diciembre de 2015

Expedición a Rennes-Le-Chateau - 6 -



Han transcurrido tres meses.  Los días pasados fueron llenos de ejercicios que se deben realizar para realizar escalada o descenso a cuevas, grutas, con todos los obstáculos que se pueden encontrar en ambas excursiones. El cuerpo físico tiene que tener soltura, plasticidad  porque sino después del primer día de trabajo, si no se tiene el cuerpo acostumbrado a cómo hay que arrastrarse escalar, descender, cómo colocar manos, rodillas, pies, caderas, es decir cómo se debe utilizar el  cuerpo, los calambres, dolores de piernas, brazos, manos, cabeza, es decir todo el cuerpo gritará de dolor y cansancio.

Mas, La Mujer no participa en dichos ejercicios. Permite que Rubén lleve a algunas personas de su equipo para tal fín.

La Mujer está revisando los papeles que tiene guardado en su carpeta y sus ojos ven  el informe y costo total del presupuesto de alquiler de barco. El hombre solicita señas porque la fecha elegida por La Mujer, es muy codiciada por el turismo Argentino y Países limítrofes. Pero Ella prefiere aguardar, y por supuesto que se da cuenta que meses más, los precios cambiarán. Prefiere  esperar. La Mujer mueve su cabeza hacia ambas partes laterales mientras sonríe suavemente al recordar el momento que recibió dicho presupuesto y condiciones.
Continúa revisando todo lo investigado hasta el presente.  Luego cierra la carpeta y recogiendo su mochila, sale de su hogar, sube a su auto y se dirige al centro de la Ciudad. Aparca en una calle con poco movimiento de estacionamiento. Desciende, coloca la mochila sobre su hombro derecho, cierra con llave la puerta y camina varias cuadras hasta llegar al Banco Nación. Allí, se dirige hacia su caja de seguridad. Ingresa al solitario lugar y mirando hacia las cámaras que se encuentran en la parte superior izquierda y derecha del techo, introduce la pequeña llave, abre y extrae un sobre grande color madera, sellado. Lo introduce dentro de la mochila. Cierra, retira la llave y se retira del lugar. Camina hacia la salida evitando a las muchísimas personas que están dentro de dicha institución. Con paso rápido se dirige hacia donde dejó su coche. Ya en él, coloca la mochila en el piso del auto, enciende el motor y vuelve a su casa.
Ya en su querido hogar, más tranquila deja su mochila sobre una silla y extrae el sobre depositándolo sobre el escritorio. Lo abre y retira lo que considera de muchísimo valor. Queda mirando los papeles que están sobre su escritorio. Tiene en su poder informes confidenciales que solicitó a una persona conocida suya que reside en Jerusalén. Copias de escritos que pertenecen al Antiguo Testamento, y no cualquier persona puede acceder a esos valiosísimos escritos. Le fueron enviados por “Vía Diplomática”. Es decir, a través de cierta Embajada.

Se sienta en su sillón y como otras veces, comienza a leerlos, a estudiarlos. Sabe que sólo puede tener dichos escritos en su casa por pocas horas. Los papeles los guarda en la caja fuerte del Banco. Cuando necesita volver a leerlos, los retira y antes del cierre de dicha institución, los lleva y guarda en la caja fuerte de dicho Banco. La Mujer tiene callado, en secreto que posee dichos escritos antiguos. A nadie a dicho nada.
Es un valioso secreto.

Continuará...